Michel André
Laboratori d'Aplicacions Bioacústiques de la Universitat Politècnica de Catalunya LAB - UPC
Rambla Exposició, 24, 08800 Vilanova i la Geltrú
tel. +34-659553723, +34-9367200/7288
VÍDEO DEL PLENARI:
AUDIOVISUALS COMPLEMENTARIS APORTATS PER MICHEL ANDRÉ:
Presentació:
Ponència en castellà sense traducció
Michel André es director del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas de la Universidad Politécnica de Cataluña, miembro del grupo de expertos en ruido submarino de la Comisión Europea. La tecnología desarrollada por el LAB a través del programa internacional LIDO (Listen to the Deep Ocean) permite el seguimiento en tiempo real de los efectos del ruido de origen humano a partir de observatorios dispuestos en la mayoría de los océanos.
Abstract:
Las fuentes sonoras producidas por actividades humanas presentan efectos físicos, fisiológicos y de comportamiento sobre la fauna marina: mamíferos, peces e invertebrados, efectos que pueden ser de diverso rango según la cercanía a la fuente sonora. Estos impactos, por ejemplo, incluyen cambios de comportamiento y rutas migratorias de cetáceo y daños de distintos rangos, incluidos físicos, en vertebrados e invertebrados marinos. Pueden existir además efectos a largo plazo debido a exposición crónica y el ruido puede afectar a los animales indirectamente debido a cambios en la accesibilidad de sus presas, que sufren a su vez los efectos de la contaminación acústica. Estos daños podrían comprometer de forma significativa la conservación de especies amenazadas que utilicen áreas que están contaminadas acústicamente como ruta migratoria, área de reproducción o de alimentación.
Evaluar el impacto acústico de fuentes sonoras artificiales en el medio marino es una tarea compleja, por varios motivos.
El primero es la relativa falta de información sobre el mecanismo de proceso y análisis de sonidos por parte de los organismos marinos. Aunque somos capaces de grabar y catalogar la mayoría de estas señales, no conocemos aun su papel e importancia en el equilibrio y desarrollo de las poblaciones. En segundo lugar, el posible impacto de emisiones sonoras no sólo concierne los sistemas de recepción auditiva sino que puede intervenir a otros niveles sensoriales o sistémicos y resultar letal para el animal afectado. Si se añade el hecho que una exposición puntual o prolongada a un ruido determinado puede tener consecuencias negativas a medio y largo plazo y por lo tanto no observarse de inmediato, se entiende, sin excusar la falta de previsión ni de medios para investigar, la gran dificultad a la cual se está confrontando la comunidad científica para obtener unos datos objetivos que permitan controlar de forma efectiva la introducción de ruido antropogénico en el mar.
Adicionalmente, y hasta recientemente, no existía un protocolo de toma de medidas de la contaminación acústica marina ni tampoco un acuerdo sobre la expresión de estas medidas. Mientras el problema va resolviéndose, en particular a través de la puesta en marcha de los descriptores 11 de la Marine Strategy Framework Directive Europea, conviene hacer un repaso de las acciones preventivas y de gestión precisas para avanzar en el control de la contaminación acústica.
